archivo

Personal

Todas las historias de origen comienzan casi siempre de la misma forma; en el principio, Dios creó al mundo. Ese dios siempre cambia de acuerdo a la época y el sitio geográfico de su interés. Para los antiguos egipcios, el mundo había iniciado con la palabra de Ra, dios solar de mil formas. De sus descendientes, destacan Osiris, Isis y Set. La rivalidad que Osiris y Set desarrollan culmina en la muerte del primero, con lo que Set, dios del desierto y la destrucción, pasa a ser una de las figuras antagónicas más importantes que podemos encontrar en diversas mitologías; es un dios complejo y multifacético: asesina a su hermano para quedarse con el trono, pero defiende al mundo desde la barca del sol para evitar que el monstruo Apofis lo devore. Dios de la destrucción y la violencia, proclive a ambas, pero que enfrenta al caos. Dios con cabeza de animal desconocido. Dios al que la última película de La Momia, primera entrega del Dark Universe de Universal ha decidido nombrar dios de la muerte, hecho que me cabrea profundamente.

Set y Apofis

Set peleando contra Apofis desde la barca solar.

Verán, el cine lleva años pasándose la mitología, mi obsesión y pasión personal, por el culo, y es de la mitología, las historias de la Historia, han salido de una forma y otra todas las historias que hemos contado. Entonces empecemos por los inicios.

En el principio, Universal creó a los monstruos.

Bueno, no exactamente. Uno de los magníficos elementos, irónicamente universales, es la presencia de dioses y monstruos por igual en el folclore y la mitología mundial. La aparición de los monstruos cinematográficos es más compleja. Fuera de la pantalla grande, es muy difícil decir cuál fue el primero y donde se originó; dentro de la misma, Lon Chaney en El Fantasma de la Ópera en 1923 inició la tradición de seres incomprendidos, que abarcaría a Boris Karloff y a Bela Lugosi como Frankenstein y Dracula respectivamente, a las que siguieron el Hombre Lobo, el Hombre Invisible, el Monstruo de la Laguna Negra. Con eso, los monstruos que habían poblado las historias de terror que se transmitían de viva voz y aquellos que se habían creado su propio lugar en la literatura clásica por fin se habían encontrado en un mismo lugar; su propia época dorada en el cine. Por fin tenían un público. De los monstruos no se cuentan épicas, no hay canciones más que de derrota. El papel principal es del héroe. Universal alteró el paradigma a partir de los años veinte con las películas de horror, suspenso y ciencia ficción. Incluso, en 1931,fue el éxito de Drácula lo que salvó al estudio de los estragos causados por la Gran Depresión.

The-Universal-Monsters

Los monstruos clásicos del cine.

Ya sé, a mi qué me afecta. No es la primera vez que utilizan la mitología a modo de parche en películas, generalmente para mal. No va a ser la última. El hecho es que teniendo a dos gigantes, la mitología egipcia y sus personajes principales y a la cuna de la tradición cinematográfica en cuestión de monstruos, la cuestión pesa más.

El asunto se vuelve personal para mi por La Momia. No la original, estrenada en 1932, sino la de Stephen Sommers de 1999, con Brendan Fraser, Rachel Weisz, John Hannah y Arnold Vosloo. La mitología de trasfondo se basaba en el Libro de los Muertos egipcio, que contenía las claves para que el alma del difunto pudiera sortear los peligros del Más Allá para colocar su corazón en una balanza ante Osiris y ver si pesaban más las malas acciones realizadas que las buenas. Se vuelve personal para mi cuando digo que la fui a ver un domingo con mis padres, mi hermano y mis abuelos. Mi abo me dio la mano toda la película y me ayudó a cubrirme los ojos las dos veces que me asusté. También fue una de las causas de una fiebre loca que duró tres años sobre la mitología en general y la egipcia en particular. Ese mismo octubre, mi hermano y yo vimos un maratón con todos los monstruos clásicos. Así conocí a los personajes del primer universo cinematográfico que existió y esto terminó por sedimentar mi amor por la mitología, por las películas de terror y sus peculiares criaturas.

En ámbitos más generales, la película de fue un éxito. Una atracción en el parque de Universal, dos secuelas; una en el 2001 y la otra en 2008. Tiene un rating de 56% en Rotten Tomatoes y supongo que fue gracias la combinación de elementos de horror y comedia que todos disfrutamos. Hasta Roger Ebert le dio tres de cuatro estrellas en el Chicago Sun-Times. Y no podemos olvidar uno de los memes más prolíficos de tiempos recientes.

0

Oh sí, nena.

No es culparles directamente, pero quién podría. El acercamiento de los grandes estudios al tema de la mitología, cualquier mitología, de cualquier país, es limitado. Dudo que ponerle atención a este tipo de detalles tenga un impacto real en sus historias o  ganancias en taquilla. A lo mucho debe servir como leve inspiración para el primer boceto de la película y sin embargo no me queda más que resentir la falta de interés por aquello que ha sido el origen de todas las historias conocidas. La travesía del héroe que realiza Bilbo Bolsón tiene sus resabios en la Odisea; la Edda Poética nos ha dado a algunos de los personajes más destacados en la cultura popular actual, nada más en las películas de Marvel. Podemos extrapolarlo a series también, con American Gods y ni siquiera Disney se salva de haber incluido en su selección a más héroes olímpicos. No digo que adapten fielmente las historias originales; ni siquiera demando que el material original permanezca inalterable. Pienso que si ya estás usando un elemento mitológico, ni siquiera tienes que abrir el artículo de Wikipedia porque está en el primer renglón.

Captura de pantalla 2017-06-09 a la(s) 16.53.11

Si vas a usar la mitología para hacer un parche para tu historia, que sea un buen parche. Hay miles de dioses alrededor de todo el mundo y abarcando la historia entera de la humanidad. A menos que se genere su propio mythos alrededor de una figura original, como hizo Tolkien, no vas a poder ganarle al personaje original y a su propia leyenda. Por algo los personajes se vuelven íconos y leyendas, por este tipo de cosas es que tenemos héroes. Además, puedes ayudar a compartir un poco de las historias más antiguas del mundo y de paso, conocimiento. Explorando un poco más el mundo, puedes encontrar orígenes que el cine todavía no ha utilizado. ¿Quieres hacer de Set un villano?¿Qué mejor historia que la suya propia, fratricida, con todo el poder del desierto que se dobla a su voluntad? ¿Quieres hacer de él un héroe? ¿Qué mejor leyenda que la suya, que noche con noche se enfrenta al caos mismo y es el único capaz de derrotarle?

Los relatos de la mitología son más que los nombres de sus dioses. Dale a tu historia el respeto que sus antecedentes se merecen y le estás brindando toda la carga de los miles de años que el personaje tiene. Y en cuestión de mitología, todos los personajes merecen más.

La Momia, con Sofía Boutella, Tom Cruise, Annabelle Wallis y Russell Crowe ha sido una excelente forma de iniciar el Dark Universe que se planteó hace muchos años con el Van Helsing de Hugh Jackman y de nuevo con Dracula Untold y es muy distinta a las entregas anteriores. Universal está apostando por renovar algunos de los personajes más icónicos en la historia del cine y para ello, debe arriesgarlo todo. No es la primera vez que aparecen en pantalla y muchos van a preferir encarnaciones anteriores. Es normal, han estado aquí por casi cien años y han representado cosas muy distintas para diferentes generaciones. Esta entrega es una película de acción, con acrobacias visualmente impactantes, con buenas actuaciones y con un dios de la muerte que no corresponde al dios de la muerte Egipcio.

Universal se ha enfrascado en la muy difícil tarea de volver a presentar los personajes que lo convirtieron en una de las potencias del cine. Quizá no sean las mentes que los crearon, pero cien años después, con los recursos que han destinado al proyecto, vale la pena tener esperanza. Es un camino ambicioso, vamos. Contar la misma historia un montón de veces no requiere tanta cabeza, sobretodo con figuras que ya son legendarias. Expandir el universo al que esta pertenece y buscar nuevos caminos es algo distinto, pero tienen que partir de un punto en común que ya todos conozcamos. Todas las historias del mundo comienzan casi de la misma forma y justo ahora estamos viendo el principio. Tenemos que esperar para ver que el final sea digno de sus antecesoras históricas.

Resumiendo:

Osiris es el dios egipcio del inframundo.

Anubis es el dios del embalsamamiento.

Set es el dios del desierto y la destrucción.

Tom Cruise es el dios de las películas de acción.

Y me da muchísimo gusto que los monstruos originales del cine hayan vuelto. No puedo esperar a ver qué nuevas historias tienen por contar.

MOCOS.jpg

Yo hice este moco también, pero de plastilina.

El otro día me acosaron en la calle y decidí sacarme un moco.

Ya sé que es una estupidez absoluta, lo admito enteramente, pero mi momento sucio tenía algo de razón detrás. Quería que el acosador se sintiera asqueado, para variar.

No iba a quedarme callada, como pasó hace unos meses cuando unos cinco tipos me siguieron a unos pasos de distancia las tres calles que faltaban para llegar a mi casa, mientras paseaba a mi perra. Las dos teníamos miedo. Mira qué piernas. Mira cómo se mueven. Apuesto a que nos está escuchando ¿Linda, nos estás escuchando?

No podía decirle de groserías o enseñarle el dedo, como pasa con los imbéciles que van manejando y simplemente tienen que tocar el claxon y decir de cosas y ni siquiera te paras o volteas a ver; les enseñas el dedo correspondiente. Lo levantas en alto. Cuando voltee a verte por el retrovisor, te aseguras de que el dedo siga ahí.

Tampoco quería apretar el paso mientras fingía no pasaba nada, como aquella vez en la que me siguieron en aquella camioneta blanca por dos cuadras vacías y al final me eché a correr por una calle en sentido contrario, mientras rogaba por perderlos.

No quería quedarme callada. La gran mayoría de las veces me quedo callada y deseo con todas mis fuerzas no llamas más la atención. Y estoy genuinamente harta de ignorar lo que pasa y fingir que no ha sucedido y que no tengo que molestarme, porque al final de cuentas no es para tanto, no están grave, estoy bien, estoy bien. 

Entonces, mientras el tipo silbaba y me decía ‘mamita’ con toda la tranquilidad del mundo, me metí el dedo índice en mi fosa nasal derecha tan profundo como pude y escarbé para sacar el cochino moco que sentía desde hace rato. Ya me imaginaba la sensación de triunfo al aventárselo a su cara confiada. Con un poco de suerte le rebotaría en la jeta; con otro poco más, se le quedaría pegado. Ya le había cambiado la expresión con nada más verme hurgando en mi nariz furiosamente. Le faltaba darle un vistazo al moco.

Parecía de caricatura; era verde asqueroso. De buen tamaño y consistencia pegajosa, como un pedazo de gelatina seca, de pegamento UHU que no se ha endurecido todavía, pero no era transparente. Tenía notitas sucias. Había estado en mi nariz, era un moco veterano, tenerlo en el dedo después de haber hurgado con tanta insistencia era un acto cochino. En resumidas cuentas, el moco perfecto para aventar.

O casi, porque apenas lo intenté y ante la mirada de repulsión del idiota, el moco se quedó pegado al dedo con el cual intentaba lanzarlo. Lo intenté dos o tres veces y mi porquería, pegajosa y verde, nada más no cedía, cambiaba de dedo y mi acosador se veía más y más extrañado y asqueado. Quién es esta loca que se está sacando los mocos, lo imagino pensar. Qué clase de persona recibe un cumplido de esta forma. Se está picoteando la nariz a media calle, guácala.

Total, el tipo terminó largándose del lugar, mirándome incrédulo. Mientras caminaba volteó a verme un par de veces con la misma cara de aversión con la que todas recibimos el acoso callejero. El asqueroso se convirtió en el asqueado, la avergonzada se volvió una vergüenza y el acosador, bueno, siguió siendo un acosador. Y yo me quedé con mi moco y mi asco, por mi y en general, y mi cara de idiota.

IMG_8398-1

Hombre que mira al futuro, 2014. Técnica mixta.

Llevo trabajando en esta ilustración por un par de meses, para acompañar un cuento -en el cuál llevo trabajando un par de meses también- llamado El alto precio de la juventud.

Mi hermano dice que se parece a Walter White. Yo le digo a mi hermano que es un burro.

IMG_8475

Detalle de la barba.

Olías a Brisa de Mar. A Mentol Refrescante, a Protección Anticaída. Olías a la cabeza de mi papá. Te bañaba con champú de Leche de Coco Nutritiva. Y cuando mi mamá te bañaba eras pura lavanda, esa flor tan tristona que tanto le gusta. Olías a todos nosotros, excepto a Fernando, que huele a cigarro y coca cola. Todos los olores familiares estaban resumidos en tu piel.

Talentosísima cazadora de mariposas y pajaritos indefensos. De moscas. Más de una vez colocaste orgullosa, en la palma de mi papá, un pedazo de caca fresca. Desgraciada perra, eras un desastre natural.

Y también fuiste la princesa indiscutible de la casa. Mientras que mamá gritaba que levantara mi tirador y que fuera a recoger mi ropa, a ti te invitaba a sillón para rascarte la barriga y detrás de las orejas. Conozco a pocas personas a las que no les cayeras bien y esa no fue nunca una razón para no dar amor. Acompañaste a cada enfermo que estuvo en la casa. A mi hermano lo operaron de su hernia y te plantaste a su lado hasta que mejoró, a mi mamá le dolía la cabeza y nunca te separaste de ella. Cuando mi prima que también te quería tanto se nos fue, jamás dejaste sola a mi tía. Cada tristeza la intentabas arreglar on lamidas y presencia. Eras cómplice incondicional, amiga terca, cariño
inmediato. Pedías muy poco. Cómo no ibas a ser mi princesa.

La presencia peludita, acaparadora de almohadas, robadora de frutas. Te comiste mi aparato de dientes, los tomos de la mitad de los libros de Isabel Allende. Si esto era una casa, tú fuiste una de las razones por las que se convirtió en un hogar. Nadie nunca me dijo que un perro iba a ser tanto.

Fuiste muy valiente, la más valiente de todas. He encontrado pocas personas tan valientes como tú y puedo decirte que es un verdadero honor habernos conocido.

La verdad no me lo esperaba. Te podía sentir, flaquita y pequeña, lo más pequeña que te he visto en toda la vida. Abrazada a ti, aún latías. Uno, dos. Uno, dos. Uno. Y luego ya no hubo dos. Qué bueno que te fuiste, porque ya no te duele, porque ese cuerpecito duro y frío ya no eras tú.

(Le empecé a escribir este poema hace cuatro años. Me tardé dos años en dejarlo como es actualmente, hace dos, decidí dejar de escribirlo. No es nada en realidad, no es lo mejor que he escrito, pero era para él y de todo lo que he hecho, es mi favorito)

Ojalá fueses algo que pudiera explicar completamente, en lugar de compararte con cosas ínfimas

Para que, en vez de sufrir por cosas simples, pudiera morir por cosas grandes

si es que voy a morir de la pena

Pueda evitar morir susurrando.

 

Ojalá fueses enteramente el fuego que sé que eres, para quemarme simplemente

en lugar de morir de a poco y congelado

por el hielo que llevas dentro.

 

Porque no eres fuego y yo ardo

y no eres hielo y me congelas

Cualquier mirada delata lo que el orgullo niega

 

Ojalá el cuerpo a ti se negase;

y el corazón inocente no te esperase

el cerebro incauto no te anhelara

y mi realidad con la imaginación no se fundiera

 

Ojalá el tiempo siguiera y el mundo cambiase

y tú te quedases. Y yo caminara.

O te fueses de una vez por todas y para siempre.

En lugar de perderte, momento a momento.

 

Ojalá pudiese yo entenderte, en vez de hacer comparaciones

pero ya eres fuego y yo ardo

y al mismo tiempo eres hielo y me congelas

Si fueses cualquier cosa, además de todo, me tendrías

Me tendrías

Siendo ajenos, ya me tienes.

Este es un poema con dueño, pero no tiene nombre. Y no lo tiene porque es injusto, lo escribí como un secreto y es suyo y no lo sabe y espero que no se entere. Sabrá que es suyo el día en que yo se lo diga. Y nunca se lo diré.

No cierres los ojos (ni por un solo momento)

silenciarías las palabras que tu boca nunca dice

esas, las que nunca respirarán aire.

 

No cierres los ojos. Ni un instante.

La caída de tus párpados precipita la noche en estos días

(Con los ojos cerrados eres como una flor desnuda)

y se convierte abruptamente la primavera en invierno.

 

No cierres los ojos, desterrarías todas las palabras

y sólo quedarían los sonidos de la boca

los gestos de las manos.

Todas esas pequeñas cosas que son mentira.

No cierres los ojos; son las únicas palabras que yo escucho.